Cuatro años ya, así como suena. El
13 de enero, martes, contradiciendo el determinismo supersticioso más
arraigado, Ediciones Azimut se dio de alta en Hacienda, por lo que podemos
considerar ésa como su fecha de nacimiento. Cuatro años, insisto, desafiando a
la lógica comercial de nuestros días, que aconseje cualquier cosa menos vender
libros, sirviendo a la Dama Cultura.
Durante ese tiempo hemos intentado
desarrollar proyectos por los que merecía la pena apostar, dando voz a quienes
lo tienen muy difícil para publicar, pero también profundizando en otros que ya
poseían un nombre, todo ello en aras de cimentar un proyecto ilusionante, con
la insatisfacción propia de un Sísifo que nunca consigue llevar su piedra a la
cumbre, porque en el mundo de la creatividad, afortunadamente, nunca se habrá
dicho la última palabra.
Y cuatro años también esforzándonos, con
nuestras limitaciones y nuestros errores, que los ha habido y muchos, por dar a
los autores un trato digno. Sí, también existen editores honestos. En nuestro
ánimo ha estado y sigue estando el deseo de aprender y hacerlo en cada libro un
poco mejor.
Por voluntad propia o simplemente por la
dinámica característica de esta actividad, la figura del editor se sitúa en el
centro de la vorágine, pues todo pasa por él: autores, maquedadores,
ilustradores, impresores, distribuidores, libreros, relaciones con la prensa, redes sociales, etcétera, se relacionan con
el editor y entre todos dan forma a esa cosa tan bella que denominamos
literatura. Es decisión de cada editor el situar su labor dentro de unas
determinadas coordenadas y evitar otras.
En lo que a Ediciones Azimut se refiere nos
cabe la enorme satisfacción y orgullo de creer en todas las obras que hemos
acometido y ésa es una de las señas de identidad de los sellos independientes,
que no nos podemos permitir mediocridades. Cada uno de nuestros libros debe
aportar algo.
En tal sentido, cuatro colecciones iniciaron
el proyecto: “5 y acción” para libros de cine; “Kandis”, para textos en que los
viajes constituyeran parte esencial; “Harén” para el erotismo; y “Medusa” para
libros excepcionales que no cupieran en los temas anteriores.
A esas cuatro colecciones iniciales se añadió
“Candelabro” para conceder al humor, tan denostado secularmente y tan
perseguido en nuestros días, el lugar que le corresponde en la creación
literaria. Pero no nos quedamos ahí y a punto está de añadirse una nueva
colección.
Algo está bastante claro, y es que nada de esto habría sido posible sin la fidelidad de los lectores, a quienes les estamos infinitamente agradecidos
Algo está bastante claro, y es que nada de esto habría sido posible sin la fidelidad de los lectores, a quienes les estamos infinitamente agradecidos
Éstos
han sido los últimos títulos publicados:
COLECCIÓN
“5 Y ACCIÓN”:
Siete salas
SINOPSIS:
Según dice el Génesis, Dios en el séptimo descansó, pero a media tarde se
aburría y por eso creó el cine para los domingos. No queremos ser
irrespetuosos, pero sí destacar la trascendencia del séptimo arte en todo el
mundo. Por eso, proponemos en este libro un multicine de siete salas, cuya
cartelera se compone de cortometrajes, docuficción y relatos ambientados en
el contexto de la imagen en movimiento.
Se ha procurado, en definitiva, trenzar las trayectorias creativas de dos
manifestaciones artísticas, la literatura y el cine, que con tanta frecuencia
se reclaman mutuamente.
COLECCIÓN
“HARÉN”:
Vuelta y vuelta
SINOPSIS:
Ofrecemos a la benevolencia del lector una serie de relatos que no se articulan
necesariamente alrededor del sexo, pero donde esa cosilla de la que carecen los
ángeles ocupa un lugar fundamental. Pedí a los autores que se agrupan en esta antología
que escribieran como ellos saben hacerlo, con la calidad que les caracteriza,
pero que el sexo gozara en sus narraciones del protagonismo que les
corresponde. Por ello, nos encontraremos en este libro con relatos donde el sexo
es una pulsión de vida; otros en los que constituye un renacimiento de las
ganas de vivir; el erotismo como fantasía salpicada de humor no es ajeno a
estas páginas, bajo el amparo en ocasiones de textos icónicos o destellos de la
cultura pop contemporánea; hallaremos el erotismo como documento de nuestros
días; asistiremos a las relaciones físicas con otras personas para mantener
encendido el amor a nuestra pareja; e incluso las interacciones mutuas de Eros
y Tánatos: sí, alguna concesión hay que hacer a don Sigmund.
COMPRAR
COMPRAR
COLECCIÓN
“CANDELABRO”:
Trifulcas y peloteras
SINOPSIS:
¡Sálvese quien pueda! Podría haberse
elegido ese título, porque lo que este libro ofrece es la imagen de algunos
grandes nombres de la Literatura, como Quevedo o Valle-Inclán, que fueron
capaces de lo mejor y de lo peor. Veamos, por ejemplo, la empatía de Quevedo hacia
Góngora:
Yo te untaré mis versos con tocino
porque no me los muerdas, Gongorilla,
perro de los ingenios de Castilla,
docto en pullas, cual mozo de camino;
apenas hombre, sacerdote indino,
que aprendiste sin christus la cartilla;
hecho carnero en Córdoba y Sevilla,
y bufón en la Corte a lo divino.
¿Por qué censuras tú la lengua griega
siendo sólo rabí de la judía,
cosa que tu nariz aun no lo niega?
No escribas versos más, por vida mía;
que aun aquesto de escribas se te pega,
pues tienes de sayón la rebeldía.
¿No
se lo habíamos dicho?
El
lector, por tanto, se encontrará en este libro con parodias eruditas, poemas y
micropiezas teatrales de escritores y no escritores, todo ello con una
exposición ingeniosa y ágil. Y es que Enrique Gallud Jardiel, fiel a su estilo
humano y cómico, divulga entreteniendo, según preceptuaron los clásicos; puesto
que también es fiel a la concepción del mundo de Gallud que el humor es el mejor
antídoto contra todas las broncas: al fin y al cabo, nadie es capaz de pelearse
en el clímax de una carcajada.
COMPRAR
COMPRAR
COLECCIÓN
“MEDUSA”:
Nunca he sido la musa de
nadie
SINOPSIS:
Aporofobia, creo que ésa es la idea central que vertebra las acciones en el presente
libro. Con otras palabras, el odio a los mendigos, quizá porque nos recuerdan
de manera cotidiana que no nos hallamos en el mejor mundo de todos los
posibles. Nos encontramos así con una sucesión de indigentes, en ocasiones con
delirios paranoides, uno de los cuales, Miguel Ejido, aparece muerto en
circunstancias extrañas. Los otros dos protagonistas son Ciriaco Medina, un
conductor de autobuses prejubilado, aficionado a las cuestiones detectivescas y
desubicado de su entorno vital, y Mercedes, una camarera, Licenciada en
Filología, que a sus cincuenta y algo años nunca ha sido la musa de nadie. Por
lo tanto, hay una muerte que investigar, pero no se trata de una novela
policial al uso, sino que las insatisfacciones personales y el inframundo
social tejen el entramado en que discurren los episodios de esta obra. Pero
disponemos aún de otro protagonista: la propia ciudad y su laberinto de calles,
pues, según ha destacado Lola Clavero en el prólogo, uno se siente expulsado
cuando empieza a comprender los enigmas urbanos.
La Vía Láctea
Francisco
Javier Rodríguez Barranco
SINOPSIS:
La función del narrador no consiste en narrar, sino en crear. De ahí que una
buena prosa es algo más que un rosario de penas contadas con pulcritud, porque
la tristeza por sí misma no es sinónimo de calidad literaria. Hace falta algo
más.
La
realidad, efectivamente, es el punto de partida; el escritor debe nutrirse de
la realidad, nunca defenderé una estética retirada en torres de marfil que
reniegue de la condición humana. Sin embargo, no podemos quedarnos en la mera
narración de acciones, que puede ser interesante, incluso memorable, porque el
arte requiere reelaborar la realidad por infinidad de procedimientos creativos,
el más sencillo de los cuales puede que sea alterando las asociaciones
habituales de significante y significado. Un coqueteo descarado con el absurdo.
Fiel
a lo anterior, La Vía Láctea se
configura en una serie de relatos de muy diferente extensión, incluso
hiperbreves, que pretenden mostrar al lector otro modo de hacer literatura.
COMPRAR
COMPRAR
Póquer de años, por lo tanto, lo que hemos transitado hasta ahora. ¿Nos atrevemos
con el repóquer? Atrevámonos con el repóquer. ¿Y más allá? Y más allá, claro
que sí. Y además habrá alguna sorpresa en los próximos meses. Algo hemos adelantado ya con la sugerencia de una nueva colección, pero no vamos a desvelar nada más, porque si no, vaya birria de sorpresa.
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